Los Cachorros del Reich (II)

[Asociacion Alabarda]

A medida que iba montando la escena y empezaba a pintar al carrista, me iba percatando de que la escena era un poco grande para una sola pieza. La solución: añadir otra ¿Pero cual?.

Hasta que se me encendió la bombilla y me acordé de dos de los niños que tiene Andrea en su catálogo, así que me hice con los dos.

Después de colocarlos en la escena, uno me resultaba demasiado pequeño comparándolo con el carrista, y el otro tenía un gesto demasiado adusto mientras golpea el tambor con todas sus fuerzas.

Pero ahí salió el bueno de Antonio Zapatero al rescate y en un santiamén me transformó la cara, haciéndole sonreir mientras levanta la cabeza, los brazos, semiextendidos pidiendo a su cachorrito, y las mazas al cinto.

Y este es el resultado:

Una lección aprendida: Comparte tus proyectos e ideas con los demás. De una buena idea puede salir otra mejor aún.

Saludos.

LuisMi García​

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